Espacio de intercomunicación entre nuestros embajadores de la UMA en Latinoamérica (maestros/as) y los alumnos pertenecientes a la clase de Innovación y cambio en la escuela.

domingo, 22 de abril de 2012

Sacabamba II

Después de la descripción general que hicimos, ha pasado más tiempo y ahora podemos describir nuestro día a día con más perspectiva. La verdad es que, aunque vivamos en un internado con sus costumbres y hábitos, no hay rutina en nuestro trabajo. No hemos tenido dos semanas iguales desde que llegamos aquí:
El colegio internado Jesús María de Sacabamba, que cuenta con aulas de secundaria (de 1º a 6º) donde imparten una formación académica mezclada con la profesional (hay asignaturas de corte y confección y mecánica...aunque sin profesor estable) y con un total de 135 alumnos, siendo 75 de ellos internos (y 26 de estos internos alumnos de la escuela de primaria de al lado, los pequeños). El instituto pertenece a la red de centros de Fe y Alegría y el internado depende de las hermanas de Jesús María, con las que hemos compartido un par de agradables cenas.

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César
Según el horario de clases que tengo asignado (todo en secundaria), imparto clases de inglés a 1º y 2º de secundaria (una clase de hora y media a la semana a cada uno) y clases de computación (informática) a toda la secundaria, de 1º a 6º (una clase de entre hora y cuarto y hora y media a la semana con cada curso). Vemos cosas básicas, aunque siempre les pido más, porque pueden dar más.
Este horario de clases se ve alterado por numerosos, eventos o celebraciones que se realizan.

1º, 5º y 6º tienen 15 alumnos o menos, y son grupos más manejables que
2º, 3º y 4º tienen entre 28 y 35 alumnos, donde la falta de disciplina de algunos hace más complicadas las clases...aunque vamos mejorando algunos aspectos. Algunos son del mismo Sacabamba muchos vienen de pueblos remotos, otros de aldeas cercanas y los hay incluso de la capital.

Además, me nombraron asesor (tutor) de 1º, lo que implica estar pendiente de su té de media mañana (tengo un cubo y un barreño que llevo a cocina para que me llenen de leche/api/cacao/... y de pan solo/con mantequilla/mermelada/dulce de leche respectivamente, que después llevo a clase y tomo con ellos, asegurándome de que laven los cacharros y no dejen la clase sucia al final), anotar quienes faltan, tener registro de sus cargos (tienen presidente, vicepresidente, tesorero, vocal de deportes, y muchos más), preparar su participación en los eventos y otras funciones nuevas que surgen cada día.
Luego están los eventos: desde que estamos aquí, el colegio ha celebrado la inauguración del año deportivo (donde desfilé con mis alumnos, realicé fotos e hice de jurado de miss deporte), el viacrucis de semana santa (donde preparé dos altares con 1º y realicé el reportaje fotográfico), el día del niño (además de asistir al acto, invité a refrescos a los de 1º e hicimos una merienda juntos), la feria agropecuaria (donde "hice de jurado...espectador"), el aniversario del pueblo, etc.

Inauguración del año deportivo
Día del niño
Feria agropecuaria
Via crucis de Semana Santa
Por último, me he propuesto transformar la biblioteca y el aula de computación (que también es un telecentro...algo así como la sala de ordenadores del pueblo). La biblioteca ha estado cerrada hasta la semana pasada en que se ha encontrado la llave. Está llena de polvo y arañas, muebles viejos, pósteres por el suelo y tiene muchos libros de texto y pocos de lectura, todos ellos sin mucho orden. Ya estamos manos a la obra y en dos semanas debería estar disponible. Es mucho trabajo y para hacerlo estamos Estíbaliz, algunos niños castigados y yo. Además pretendemos trasladar algunos libros fuera de ella para comenzar con la biblioteca de aula, al menos con los pequeños de Estíbaliz, para fomentar la lectura, algo en lo que tienen serias lagunas los de secundaria, como he comprobado en dictados y lecturas que he realizado con ellos para trabajar lectoescritura.
Biblioteca 1
Biblioteca 2
El trabajo en la sala de ordenadores en cambio está prácticamente acabado, he reorganizado la instalación y recuperado algunos ordenadores que estaban apilados en el suelo al fondo de la sala. Faltan otros por recuperar porque les faltan cables. También he comenzado a usar un proyector en las clases que estaba olvidado en un estante.
Sala de computación ordenada
Si nos dejan la llave, también pondremos algo de orden en una habitación con medicamentos ya que nos han comentado que a veces no saben qué usar ni cuándo. La idea sería ordenar los medicamentos indicando para qué se utilizan y en qué dosis.

Y a todo esto habrá que añadir más cosas que tenemos entre manos o que surgirán, y que os iremos contando en futuras entradas, como el intercambio con nuestra clase de España o la colaboración con el equipo azul para situar a Sacabamba en la Wikipedia.


Estíbaliz
Por mi parte, trabajo con un aula de primaria formada por 26 alumnos de entre 6 y 12 años que provienen de diferentes aldeas y pueblos. Son los pequeños que viven en el internado.
Las pequeñas
Es un grupo de niños difícil. Primero, la diferencia de edad y de nivel es tremenda: desde niños de 8 años que no saben ni leer ni contar, hasta niñas de 10 años que controlan conocimientos básicos de lectura y matemáticas). Segundo, tienen una gran falta de disciplina, es difícil que me obedezcan a lo más básico como "entra a la clase" o "cállate" (pero no tienen maldad, sólo que no se les ha enseñado a obedecer). Y tercero, muchos de los pequeños y algunos de los mayores sólo hacen uso del quechua, del que yo sólo chapurreo algunas palabras. Y con todo esto, los primeros días la clase se me caía encima, pero ya he conseguido más o menos controlarlos y que me entiendan.
Durante la mañana de 8.30 hasta el almuerzo a la 13.30, van a una escuelita de al lado (del Estado e independiente del internado) donde trabajan su currículum ordinario, y es el resto del tiempo cuando están conmigo: todas las mañanas de 7 a 8.30 y todas las tardes de 14.00 a 21.00 (con sus paradas para el té de las 17.00 y la cena a las 19.00).

Nada más llegar me indicaron que debía empezar con ellos un proyecto llamado Pulljay. Se trata de 4 rincones: salud, seguridad alimentaria, medio ambiente y derechos y deberes; un calendario agrofestivo de Sacabamba; y trabajar otros temas transversales.  Trabajamos los rincones al ritmo al que los niños me responden, sirviéndome de proyecciones de cuentos y vídeos. También hago especial esfuerzo en que todo el material que se ponga en clase lo comprendan todos los alumnos, con un apoyo visual. Esta semana aprendíamos cómo es una dieta saludable, elaborando una olla (y no una pirámide) de los alimentos.
Rincón de salud y control de cepillado
Antes de empezar con el proyecto, me puse a trabajar ciertos puntos que me facilitarían el trabajo diario con los niños como:
- Limpieza y estructuración del aula: estaba muy desordenada, y decorada de forma asfixiante con materiales de años anteriores, no elaborados por ellos, que los niños no llegaban a comprender.
Aula saturada, incluso tapando una ventana
- Organización de los alumnos y asignación de responsabilidades: los he dividido por mesa en patrullas de responsabilidad. Cada una de ellas tiene una obligación diaria que rota semanalmente: orden del curso, limpieza del comedor, ayudar a la profesora y regado de los invernaderos. Además, cada semana hay un responsable de mesa que se encarga de mantener el orden y dejar recogida la mesa.
- Elaboración de normas de clase.
- Elaboración de un calendario.
- Inculcar hábitos y rutinas mediante un horario.
Normas y calendario de clase
Además del proyecto, estoy centrándome en la lectoescritura. He descubierto en ellos lagunas tremendas y métodos de enseñanza que llevan a cabo en la escuela obsoletos: niños que no reconocen la letra a, todos los días hacen como tarea copiados de frases como "sopa de mani", sin enseñarles el trazado correcto de las letras, y sólo trabajan con letra de imprenta por lo que muchos tienen dificultades cuando se encuentran con libros infantiles...como el Micho, que hemos recuperado de la biblioteca.
Apoyo lectoescritura
Aprendiendo el alfabeto
Así, me centro en enseñarles las letras y su trazado a los que tienen el nivel más bajo, y a los que ya tienen dominio trabajamos las trabadas y ejercicios de lectura comprensiva. A los que ya saben leer, cada vez que les llevo un libro se vuelven locos, les encanta y no hacen más que pedirme libros. Por ello, con la ayuda de César estamos rescatando libros para formar una biblioteca en mi aula, que estoy segura de que será un éxito.

Y no todo es trabajar, también tenemos tiempo para irnos de camping al río!
Camping en el río
Además de esto, paso clases de técnica vocacional (algo así como manualidades, aunque también tienen la asignatura de artes plásticas) a 1º y 2º de secundaria, que ya bien describe César, dos clases con cada curso a la semana; aunque la verdad es que no he dado muchas clases de técnica vocacional, porque normalmente o ha habido retrasos en la movilidad que llega al pueblo o me han coincidido con eventos.

Nuestro trabajo no se queda sólo en impartir clases y participar en eventos, la vida en un internado requiere atención constante: que si se tomen las comidas (sopa a mediodía y arroz, papa y algo más para cenar), que limpien y ordenen el comedor, que se ha escapado el chancho, que se vayan a dormir...
En fin, que pasamos el día trabajando pero sobre todo, aprendiendo y enseñando.

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Y aún sacamos algo de tiempo para disfrutar de paisajes de Bolivia como estos (y algunos otros):
Subida al Chacaltaya

Lago Titicaca

Descenso en bici a los Yungas

1 comentario:

  1. Woww.. qué maravilla de fotos y de paisajes, me alegra mucho que esteis disfrutando tantísimo de esta experiencia. Animo y un abrazo, queda poquito para poder poner todo en común :)

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